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César Augusto Vázquez Chagoya
2 de abril del 2006

ANTORCHA: VIOLENCIA Y MUERTE

Es cuestión de justicia. En la Huasteca veracruzana, se ha dado de todo y siendo la sierra poblada por los más pobres del estado, han sido objeto de simulaciones políticas, atropellados los derechos de los indígenas que son casi aniquilados bajo el dominio español.
Los que no quieran creer, sólo vayan a Tantoyuca en donde Joaquín Guzmán Avilés en el 2004, realiza una campaña llevando su hermano un televisor con un video donde aparecía Joaquín por las comunidades indígenas, porque el hoy alcalde panista se escondía de las órdenes de aprehensión en su contra por robarse el dinero del ayuntamiento en el trienio 1998-2000, y con ese aparato y videos, gana por segunda vez gana la alcaldía de Tantoyuca.
Como se demuestra, no hay mucho razonamiento ideológico, sino seres humanos atrapados por la necesidad de comer, y para que usted lo sepa, es el mayor Comité Municipal del PAN en número de militantes (cerca de 8 mil panistas). A Manuel Gómez Morín, lo entierran poco a poco.
Eso pasa en la parte baja de la sierra ¿Qué pasa arriba o a los lados? Miguel Ángel Yunes Linares, siendo secretario de Gobierno en 1994, a raíz del levantamiento armado del EZLN, realizó la peor represión sobre la Huasteca, muriendo indígenas y ganaderos enemigos de sus amigos políticos y les echó la culpa a los movimientos agrarios independientes.
La historia es sencilla. Durante el Porfiriato, los caciques y jefes políticos les quitaban a los indígenas la tierra por no hablar español. Los hacían firman papeles que no entendían y si no firmaban, los mataban. Las ansias de tierras eran sólo por el petróleo que compraban las compañías europeas y norteamericanas. Ellos sabían desde principios del siglo pasado que existía el enorme yacimiento de petróleo en la Huasteca que llega hasta Misantla.
La historia escrita en Veracruz, señala que tierras comunales, ejidos y propiedades de los indígenas en las tres Huastecas les fueron despojados violentamente. Cuando llega a la gubernatura Cándido Aguilar en 1914, desde Tuxpan, quiso justicia para los indígenas, pero fue combatido por el mexicano dueño de terrenos petroleros, Manuel Peláez Gorroschestegui, de Álamo, apoyado posteriormente por Lázaro Cárdenas (a pesar de que este promulga la expropiación petrolera en 1938), quien también fue participe con Herrero del asesinato de Venustiano Carranza, suegro de Cándido Aguilar, y así lo atestiguan los indígenas de Coyutla en el Totonacapan, cuando el General Lázaro Cárdenas apresa a Herrero y lo lleva México supuestamente arrestado. Cándido Aguilar, con el panorama en su contra, se exilia.
Pero en la capital de México, le dieron como premio a Herrero una zona militar y el olvido de sus pecados, y Cárdenas obtuvo la gubernatura de Michoacán y después la Presidencia de la República. Manuel Peláez Gorrochéstegui, siguió con su poder que aguantó el entonces gobernador de Veracruz, Adalberto Tejeda, por órdenes de Calles y Obregón. En fin. Una historia de despojos en la Huasteca por el petróleo, que heredan los ganaderos apoyados por los políticos de Xalapa.
Cuando surge el movimiento insurgente del EZLN, Miguel Ángel Yunes Linares creyó, y así lo demuestran los hechos, que salvar la patria era reprimir a los movimientos agrarios que querían recuperar las tierras de los indígenas, confundiéndolos con los guerrilleros. Cuando Yunes empezó la represión en la Huasteca Veracruzana, los miembros de FDOMEZ, tenían años apostados frente a Palacio Nacional (desde el 28 de mayo de 1989 hasta los principios de 1996), pidiendo justicia para los indígenas huastecos, pero Miguel los creía un grupo escondido en la sierra y para eso utiliza los servicios de Antorcha Campesina.
Dice el dirigente estatal de Antorcha Campesina, Samuel Aguirre Ochoa, que ellos trabajan para que los pueblos salgan de la pobreza y que no son un grupo paramilitar al servicio de los gobiernos priístas en toda la república. Fueron metidos por el secretario de Gobierno, Miguel Ángel Yunes Linares, a la sierra de Soteapan al recomendar en el ayuntamiento como secretario en 1998 a Guillermo Piña Mina, hoy coordinador regional de Antorcha Campesina en Córdoba.
Uno se pregunta, ¿por qué el poderoso encargado de la política interna los mete en la sierra de Soteapan donde no había problemas con la oposición al PRI? La respuesta está en la historia y en la política: Antorcha Campesina había sido rechazada por los indígenas de la sierra huasteca y de la sierra totonaca. Corridos, tras haber causado divisiones en varios pueblos. Enfrentados a la Iglesia Católica y más con 9 muertos en el predio “El Chapopote” en el municipio de Chalma, por su enfrentamiento por la tierra con las organizaciones FDOMEZ( Frente Democrático Oriental de México)-OIPUH.
En la Huasteca, los Antorchas fueron los “esquiroles” del movimiento agrario independiente, sirviendo como guías para las policías y prestarse a los desalojos de los predios de los indígenas en manos de los terratenientes protegidos desde el Gobierno de Veracruz en varios municipios de la Huasteca, que dieron lugar a la matazas de El Tejar y Cantollano, municipio de Ixhuatlán de Madero, hechos que todavía no resuelve la justicia, a pesar de las recomendaciones de la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos de la Organización de Estados Americanos.
En Chapopote, municipio de Chalma en la Huasteca, era un conflicto agrario que venía desde 1936, y Antorcha Campesina en octubre de 1992, se metió a desalojar violentamente a los indígenas agrupados en la OIPUH, resultando muertos Jesús Hernández Cruz, Mario Gregorio, Guillermo Díaz y Santiago Reyes. Los desalojados vuelven a recuperar los predios el 10 de diciembre de 1993 y vueltos a desalojar el 14 de julio de 1994, pero no por Antorcha Campesina, sino por elementos de seguridad pública y del ejército, quienes sin órdenes de desalojo, cateos y aprehensiones, arremetieron contra los dueños originales de la tierra.
La violencia entre Antorcha Campesina y los campesinos desalojados cobijados por la Organización Independientes de Pueblos Unidos de la Huasteca (OIPUH, fundada por el legendario José Alejandro Hernández Dolores), entró en una guerra sorda de sangre y de poder político. Lo cierto es que Antorcha Campesina, se sostuvo en el lugar gracias al apoyo de la fuerza pública y el poder político.
El ejido Chapopote de Chalma se empezó a llenar de muertos El 22 de noviembre de 1992, es asesinado el Agente Municipal Genaro Arteaga Saucedo. El 2 de agosto de 1993, es asesinado el segundo comandante de la policía municipal Rodolfo Sotelo Joachin. El 26 de julio de 1994, es asesinado el director escolar David Hernández Hernández. En junio de 1996, a bordo de un camión de pasaje, es asesinado el Comisariado Ejidal Bernardino Cuevas Hernández. Ya a estas alturas, los agitadores profesionales que se encargan de enfrentar pueblos, el Ing. Rigoberto Santana Tapia, el Ing. Pergentino Cortes Girón y el también ingeniero Samuel Aguirre Ochoa, estaban amenazados de muerte, por los dichos de ellos mismos.
El 6 de julio de 1994, Aguirre Ochoa decía que había de “militarizar” la frontera con el estado de Hidalgo, “porque grupos armados cometen fechorías”. Seguro que Antorcha Campesinas tiraba piedras con resorteras.
El conflicto empieza a resolverse cuando Yunes Linares dejó de apoyar a Antorcha Campesinas y dialogó con Porfirio del Ángel, dirigente de la FEDOMEZ, y así el gobernador Patricio Chirinos Calero atestiguó el 22 de marzo de 1995, la firma de un acuerdo para resolver la disputa de 2 mil 548 hectáreas, en Chapopote, entre Samuel Aguirre y Porfirio del Ángel.
Con gran satisfacción, el secretario de Gobierno anunció el 18 de agosto de 1995, el fin de la ola de “terror” en la huasteca Veracruzana, desatada desde junio de 1994, hasta ese día. Los responsables en la cárcel, según el funcionario. Las organizaciones violentas enmarcadas en la FDOMEZ. Ya de paso, “manos ocultas” invaden el rancho de Manuel y Benito Mirón Lince, en Tempoal, asesores del EZLN. Entre los responsables también del “terror”, nunca se mencionó a Antorcha Campesina. Ese día, Yunes anunciaba el fin de su creación.
El conflicto sigue por años en Chapopote, pero con menos intensidad y se finiquita el problema en el gobierno de Miguel Alemán.Con Miguel Ángel Yunes como titular del Consejo de Seguridad Pública, vuelven a la Huasteca los retenes del ejército para amendretar a los movimientos agrarios independientes. ¿Yunes no debería estar combatiendo a los narcotraficantes? Los Antorchos, afortunadamente para los indígenas, ya son ricos y se mueven en regiones urbanas invadiendo predios. Para sus planes, también están siendo expulsados de la sierra de Soteapan. SSamuel Aguirre, todavía no reconoce su realidad.


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