Observador Ciudadano Tu página de inicio


EL PAÍS VIOLENTO DE FOX
César Augusto Vázquez Chagoya
3 de mayo de 2006



Con el hartazgo al PRI, se nos olvida que en el 2000 Vicente Fox Quesada recibió otro país. Había crecimiento económico. El país estaba en paz. El presidente Ernesto Zedillo no se metió a la campaña electoral, lo que le permitió entregar el país en calma. A 6 años, el actual Presidente de la República no puede decir lo mismo.

Desde un principio le midieron su política al foxismo. Los habitantes de San Salvador Atenco en el Estado de México, con razón protestaron porque el gobierno federal, sin negociar con los ejidatarios del lugar, se puso a construir un aeropuerto. Las consecuencias fueron que marcharan con machetes en la ciudad de México y hasta en el aeropuerto, asustando a los turistas extranjeros y nacionales.

Después, apoyados por el Comité General de Huelga de la UNAM, López Obrador y la organización Francisco Villa del Distrito Federal, bloquearon la carretera federal Texcoco-México y secuestraron a funcionarios. El presidente en vez de dialogar y volver a insistir sobre el aeropuerto, unilateralmente anuncio la cancelación del proyecto que sería su gran obra, y uno de los detonantes económicos del régimen, pero lo más grave es que dejó como vencedores a los violentos.

Después se permitió la marcha de los guerrilleros en contra del gobierno federal. Así el subcomandante Marcos, escoltado por la policía, llegó a la capital de la república y hasta los del EZLN hablaron en el Congreso de la Unión, pero nunca se les cumplieron los acuerdos de San Andrés Larraizar: a otro grupo violento se le dejó sobrevivir.

La Policía Federal Preventiva, creada para prevenir todo tipo de delitos federales y apoyar en los conflictos más agudos y evitar la entrada del Ejército en problemas sociales, le permitió a la Secretaría de Gobernación en los tiempos de Zedillo desalojar la UNAM, después de estar tomada 9 meses, en un operativo limpio que la nación aplaudió.

En el foxismo, la Policía Federal Preventiva se convirtió en secretaría (Fox creó la Secretaría de Seguridad Pública, departamento que dependía de Gobernación), creciendo en elementos y en logística, sirviendo hasta como muro de contención para los ya amafiados elementos de la Policía Judicial Federal, convertida después en la Agencia Federal de Investigaciones, sólo que con el tiempo volvió a lo mismo que su antecesora, salvo actos muy contados de heroísmo y rescate de victimas de secuestros.

A pesar de estar en el foxismo la Policía Federal Preventiva y la Agencia Federal de Investigaciones, como nunca creció el narcotráfico; en el último año ha sido todo un reto para la seguridad nacional al tenerse amagadas y amenazadas a las autoridades de todos los niveles, matándose tanto a policías y agentes del Ministerio Publico, como a sus rivales. Bueno, hasta realizan a la luz pública festivales para los niños.

Desde antes de que empezara la campaña a las elecciones federales, el presidente Vicente Fox se metió en la política de los partidos. Se enfrentó a Andrés Manuel Lopez Obrador, Jefe del Gobierno del Distrito Federal, con el fin de desaforarlo; con el PRI, para ponerle todos los obstáculos posibles para que su candidato llegara desgastado.

Ya en las campañas, pocos son los días en que el presidente Fox no está denostando con claras referencias a los candidatos opositores, y con claros apoyos al candidato del PAN, diciendo de que “el caballo va por buen rumbo” y que “no debe hacerse caso a los populistas o los que sueñan en gastar para volver a dejar endeudados”. Si bien es cierto que muchas cosas de las que dice son realidad, ya no le corresponde al presidente enturbiar las aguas cuando debe ser imparcial, porque si Vicente Fox pierde calidad moral, ¿quién va a parar un posible conflicto postelectoral? Nadie.

Por otro lado, ya el candidato por el PRI, Roberto Madrazo, a dos meses de la elección, pregona que el 2 de julio va haber una elección de estado y anuncia la posibilidad de una alianza opositora para no permitirlo; lo que indica que puede que no acepte los resultados electorales, y por el mismo camino va Andrés Manuel Lopez Obrador. Vamos a ver, que pasa si estos tabasqueños se juntan.

En plena época electoral, el presidente se mete a desconocer al líder del sindicato de los mineros Napoleón Gómez Urrutia, donde ya van 2 muertos en Michoacán en un intento de desalojo de parte de la Policía Federal Preventiva por declarar la huelga ilegal la Secretaría de Trabajo, movimiento donde los obreros solicitan las destitución del titular de esa dependencia.
Este miércoles 3 de mayo, otro mal operativo de la Policía Federal Preventiva al desalojar con pocos elementos la carretera Federal Texcoco-México, bloqueada por los habitantes de San Salvador Atenco (guardianes con machetes del Subcomandante Marcos) por un problema con las autoridades de Texcoco con vendedores de flores.Ahora, después de dos intentos, policías lesionados para vergüenza de la nación, 50 atequenses detenidos, 4 policías secuestrados en el poblado, los periodistas agredidos y una convocatoria a las organizaciones independientes para que los apoyen a bloquear la carretera con la fuerza pública dispuesta a poner orden.

En medio de este caos, creado por mucho por la verborrea presidencial, el guerrillero Marcos recorre el país diciendo que derrocará al próximo gobierno, y ahora se encuentra en la Ciudad de México después de fracasar en su mitin del primero de mayo, donde sólo junto a unos 10 mil simpatizantes, cuando llegó a reunir cerca de un millón de personas en dos ocasiones en su apoyo, no dudándose que este jueves se apersone en San Salvador Atenco para calentar más el ambiente.

El gobierno federal, con varios frentes abiertos, se encuentra ante la violencia de siempre de San Salvador Atenco. Vamos a ver si ahora si no se negocia la ley.

Dice el secretario de Gobernación, Carlos Abascal, que no hay ingobernabilidad... A estas alturas nos preguntamos ¿entonces quién nos gobierna?


Suscríbete a nuestro Sistema Informativo,

Envia un mail con la palabra SUSCRIPCION,

(Suscribete aquí)