César Augusto Vázquez Chagoya
En noviembre del 2002, realizando estudios sobre los distritos electorales con miras a las elecciones de los diputados federales en el 2003, se entrevistaron a varios políticos. En ese entonces, nunca se pensó que en el distrito de Papantla se conocieran tantas cosas, como que Guillermo Zorrilla Fernández no tenía propiedad, más que las que se pelean entre hermanos; que Rómulo Isael Salazar de repente se apareció con mucho dinero proveniente de Misantla, y puso una empacadora.
La revelación de ayudas políticas entre Alfonso Allegretti, Zorrilla, Basilio Picazo y el alcalde Tempoal Patricio Chirinos del Ángel.
En esa ocasión se entrevistó al entonces alcalde de Coyutla, Basilio Picazo Pérez, donde revela de qué familia proviene y su estado mental violento, que ha dado lugar al homicidio del ex síndico Miguel Alfonso Vázquez, y el intento de homicidio en contra de Sergio Rivera Nasser, vocero del Movimiento Cívico Coyutleco (MCC), por los mismos implicados en la muerte del ex edil.
Tal vez para muchas regiones de Veracruz la entrevista no signifique nada, no así para la vida política del Totonacapan, revela nexos no sólo con políticos, sino con criminales.
La entrevista forma parte del expediente donde se lleva el juicio en contra de Basilio Picazo Pérez, señalado por ser el presunto responsable del intento de homicidio en contra de Sergio Rivera Nasser.
Son demasiadas las muertes que se originan en el mismo grupo. Desde el homicidio del diputado federal Demetrio Ruiz Malerva por parte de los hermanos Rodríguez Franco, seguido por el homicidio de Vicente Vaca Azuara, presidente de la Asociación Ganadera de Chicontepec, casado con Blanca Estela Rodríguez Franco.
Después este grupo se vuelve el brazo ejecutor del grupo político del Totonacapan, y empiezan a morir Manuel y Maricarmen Jiménez Rosas; desaparece el periodista Jesús Sandalio Lechuga, mismo destino del piloto aviador Luis Enrique de Castro Ramírez, esposo de una amante de un sobrino de Zorrilla.
Esto no acaba ahí. Siguen la muerte del síndico de Coyutla, y el intento de homicidio de Sergio Rivera Nasser. Nos atreveríamos a decir que en este drama se esconde la muerte de Raúl Gibb Guerrero.
En una plática de más de 4 horas con Basilio Picazo Pérez, éste expresó en forma general sus orígenes: dice que todo empezó en Puebla donde su papá y dos hermanos por venganza personales mataron a mucha gente, por lo que tuvieron que huir a Coyutla donde cada uno hizo una considerable fortuna. Son cuatro hermanos y el único que estudio fue Basilio. Su hermano Benito se hizo cargo de los ranchos a raíz que su papá estuvo paralítico por 20 años, ya que tomaba mucho. En ese tiempo, considerado el hijo consentido, él lo bañaba y cambiaba. Desde chamaco supo ser hombre de campo y andar armado. Cuando se fue estudiar ingeniería civil, se logró colocar a trabajar en constructoras al grado que participó en la construcción de la autopista La Guadalupe–Ciudad Mendoza, y de ese negocio se retiró para regresar a Coyutla, donde Benito administraba todo.
Siendo muy joven ya era reconocido como trabajador, inclusive en las madrugadas se encontraba con don Onésimo Jiménez Zaragoza, papá de Maricarmen y Manuel Jiménez Rosas. Don Onésimo era doblemente trabajador que él.
Una madrugada en el campo, don Onésimo le pregunto si le gustaba Maricarmen, pero él le dijo: “Por favor, yo le tengo respeto a su hija”, a lo que el cacique riéndose le dijo que se refería a su nieta, Maricarmen Castellanos Jiménez, quien en ese entonces tenía 11 años.
Era común que entre las familias ricas se hicieran los compromisos matrimoniales. Según lo expresado por el entrevistado, Don Onésimo ofreció que si se casaba con su nieta cuando tuviera 15 años, pagaría la boda y ponía dos ranchos a nombre de Basilio. Pasando 6 años, el hoy alcalde andaba de novio de compromiso con una prima hermana de la nieta de Don Onésimo, y Maricarmen Castellanos de repente empezó a acosarlo hasta que un día en la escalera de la casa de Don Onésimo los encontró besándose, por su tío Manuel (Jiménez Rosas). Por tal situación su novia terminó con él y se alejó de la nieta de Don Onésimo. Manuel nunca jamás lo vio con buenos ojos.
Manifestó que desde 1990, casi por año ha comprado ranchos gracias a que Dante Delgado lo ayudó a conseguir un permiso forestal. Hace tres años (1999) falleció su padre. Siendo presidente de la ganadera en 1997, Basilio quiso ser presidente municipal, pero la nominación recayó en Manuel Jiménez Rosas, por lo que sus partidarios se fueron al PRD, y en el 2000 cuando quiso que volvieran al PRI, se le hizo muy difícil que regresaran y sentenció que no es fácil traer de un lado para otro a la gente.
En 1996 siendo dirigente de la asociación ganadera, el padre Antonio Guevara Sánchez, párroco de la iglesia de San Andrés (quien comía y no salía de su casa, debido a que su mamá es la líder de los catequistas), un día les pidió todo su apoyo para organizar un encuentro pastoral con católicos de varios estados, y que les prestaran una recamara para que durmiera un obispo. La casa es de material, y la iglesia quería utilizarla.
Basilio cuenta que les pidió apoyo a sus amigos, y juntó comida y recursos para una asistencia de 35 mil personas. Fue así que un día recibió una llamada de Miguel Ángel Yunes Linares, entonces secretario de Gobierno, quien le dijo que “él estaba para cuidar la seguridad y tranquilidad del estado y que no permitiría actos de rebeldía y si seguía organizando el encuentro le iba a pesar”.
Basilio no comprendió la amenaza por organizar un acto religioso. 15 días antes del encuentro de la reunión pastoral, se le cambio el nombre de “Pueblos Pobres”. Al cambio no le dio importancia hasta que vino una comisión de Teziutlan a visitar su casa, quienes le informaron que se quedaría a dormir el obispo Samuel Ruiz (a) “El Tatic”. Basilio, sin titubear, se negó a que ese personaje se quedara a dormir: “No puedo alojar a quien alienta la invasión de tierras”. El padre Antonio Guevara se enojó y le retiró la palabra, lo que motivó a que él les manifestara a sus amigos que lo ayudarían a no hacerlo, porque sería apoyar el zapatismo. Por su decisión, fue felicitado por Miguel Ángel Yunes.
El padre Antonio, aunque resentido, realizo el encuentro con 160 gentes. Siguió tratándolos de manera cortés, aparentó apoyarlo en su campaña del 2000, “e inclusive estuvo en el cierre de mi campaña, pero perdí en la cabecera porque el padre alentó el voto a favor de Carlos Olvera, del PT. Obtuve casi novecientos votos en la cabecera gracias a los dos seccionales donde está mi casa, que son mis vecinos”.
“Nosotros vivimos en la entrada del pueblo al igual que los Rivera Nasser. Su papá Miguel Rivera Mejía, magnifico médico, fue amigo de mi padre, y nosotros de sus hijos. Crecimos juntos, y Sergio cambió cuando se fue a estudiar a EE.UU. y después a Europa; enseguida en 1994 se integró al Movimiento Zapatista a través de un organismo de Derechos Humanos y ahora que tiene uno de la defensa del medio ambiente”.
Continúa explicando Basilio: “Sergio se convierte en vocero del Movimiento Coyutleco ante el escandaloso desfalco de 8 millones de pesos en el ayuntamiento de Coyutla. Rita (la que suple en la alcaldía Manuel Jiménez Rosas cuando muere) no tenía nada, era una maestra de un telebachillerato y dirigente del CIM y fue manipulada por su esposo”.
Basilio dice que a él le han hecho 5 auditorías y a Rita ninguna, y no le encuentran el desfalco de 8 millones: “Se habla que repartió dinero en la dirigencia de la sección 32 para que no se metan con ella. Le cambiaron de plaza y le otorgaron otra a igual que su hermana. Alfonso Sánchez parece que es su protector”.
Otra anécdota: “Tenemos enfrente un primo que vende tacos y tiene una esposa muy guapa, y el otro día Jaime, el hermano de Sergio, le dijo “vieja chaparra y pendeja”. Desgraciadamente mi hermano Benito estaba en la casa y subió al parque sólo a buscar a Jaime, llegando a donde estaban los del MCC, y preguntó por Jaime y les dijo que iba a matarse con él. Lo mismo hizo en su casa donde a su esposa le dejó el recado de que lo esperaba en el parque, pero no llegó. Yo estaba en Poza Rica y me vine rápido, pero no pasó nada, y le repetí que si alguien moría yo me caería así de rápido”.
Otro apunte hecho por el entonces alcalde: “David Nasser, quien ya fue alcalde, el otro día cacheteo a Sergio, enfrente de mi casa y entro en busca de un arma pero nadie se la dio y fue a su casa por una, y Sergio se encerró a piedra y lodo”.
Basilio Picazo comentaba que la gente ya había ido unas dos veces a protestar a la casa, pero no avientan piedras y sólo gritan: “Ya le dije a Montano de que si alguien se atreve a entrar enseguida, se muere. Soy amigo de todos los pistoleros y hay veces que vienen a pedirme municiones”. Abrió el cajón del escritorio, enseñando armas y balas de diferentes calibres: “Estos pistoleros se han ofrecido a matar a Sergio pero yo se los impido ya que no me conviene un escándalo, además debo protegerlo porque lo siento débil”.
Destacó en la entrevista que Sergio se ha metido a parar las obras, “inclusive a los de las escuelas y nosotros les decimos a los padres de familia que Sergio no quiere la escuela porque él estudio en el extranjero, y el único hijo de Jaime está estudiando en Monterrey. Hay irritación contra ellos y no dudo que un coyutleco furioso, como los conozco, sea capaz en cualquier momento de matarlo. Como ves, si quisiera a Sergio lo puedo matar cuando quiera”.
“Ahora estamos en pleito en la religión. Mi hermana también es catequista y tiene 24 muchachos, pero el padre de Entabladero que es nuestro amigo, le dijo que el obispo de Teziutlan, Lorenzo Cárdenas, no permitía que los confirmaran. Mi hermana fue tres veces a Teziutlan a ver al obispo que se hacía tonto, pero hasta que le dijo a mi hermana que sí confirmará a los jóvenes. Ahorita estamos yendo a la iglesia de Entabladero. Primero llevábamos dos camiones, pero ahora sólo va uno. En la iglesia de Entabladero le hemos invertido cerca de 300 mil pesos. No queremos ir a la de Coyutla porque no queremos enfrentarnos con el padre, quien por cierto, tiene embarazada a dos chamacas y anda con otras dos. Tiene una súper residencia frente al parque de Entabladero. No estamos dispuestos que el padre nos siga agrediendo. Mi mama ha hecho mucho por la iglesia y la quieren mucho. Le dicen de cariño “Mamá Güera”. Ella está muy enojada con el padre por ser traidor y se ha propuesto organizar las posadas y organiza las peregrinaciones por la virgen de Guadalupe. En enero hacemos festivales en las comunidades para que los niños rompan las piñatas”.
A la pregunta de porqué Arturo Nájera ayuda a Sergio Rivera Nasser dijo que “Raúl, el hermano de Arturo, es mi secretario y Montano piensa, ante una eventual formación del consejo municipal, ponerlo como presidente. Lo mismo cree Uscanga que puede poner a su ahijado Sabino Picazo Granillo, primo de nosotros, que hasta 1999 los ranchos estaban juntos porque entre su padre Gregorio y el nuestro tenían una sociedad. Sabino tiene dinero, pero no tanto como nosotros y patrocina el movimiento. Hay veces que pensamos que el movimiento decae, pero de repente resurge y queremos saber quién le inyecta dinero o ánimos políticos. Mi tío Gregorio era compadre de Uscanga, quien en 1973 vino como delegado del PRI y formó un Consejo Municipal que presidió Severo García Samohano, originario de Ángel R Cabada”.
Prosigue: “Desde un principio, Tomas Mundo Arraisa a los del MCC los estuvo ayudando con letrinas, pisos y hasta despensas, pero veo que ya no lo hacen. Guillermo Zorrilla me ha querido ayudar, pero su situación política es mala al grado que aceptó ser asesor de Montano por una migaja. Yo le dije que no aceptara porque era denigrante. Yo estimo a Guillermo, porque a él le debo la presidencia”.
- ¿El gobierno lo ha ayudado?
- En nada. Sólo han mandado a la policía cuando ven que la cosa se pone difícil. Todos los días ponen una patrulla frente a mi casa con tres elementos y huyen cuando los paisanos se muestran agresivos. En cuanto apoyo político, ninguno, ya que hasta Montano me ha pedido que renuncie. Estoy buscando audiencia con Roberto López Delfín, sé que tiene poder y me puede ayudar.
Basilio Picazo reconocía que el MCC le llevaba ventaja en cuanto a publicidad: “María Elena Ferral, del Diario de Xalapa, no es confiable ya que me saca una buena nota y dos malas. Con AZ no me he acercado. TV Azteca me cobra muy caro.
En cuanto a que sería suplente a diputado federal, no se descartó, ya que el presidente del PRI de Papantla, pese haber perdido la presidencia municipal, sigue invirtiendo en el partido “y yo sin jactarme soy también rico y tengo ambiente en la sierra y él dice que lo ayude, pero él quiere que sea yo, y no una gente que proponga. Lo que sí voy a pelear es la diputación local en el 2004. Tengo también ambiente en Papantla inclusive tiene un club de partidarias que se componen de 65 señoras que cada día aumenta”.
“La gente está sorprendida de la paciencia que he tenido ante los ataques del MCC. Yo tomaba mucho y deje de hacerlo cuando le pegue de tiros a un cabrón. No tiene caso tomar cuando no aguanta uno. Me gustan las mujeres, los gallos y las carreras de caballos. Participamos en las ferias o fiestas con la partida de gallos del rancho “Las Adas”, cuyo representante es mi sobrino Jesús Picazo Gutiérrez. Me gusta ir a los gallos con cuatro o cinco mujeres, hay veces que dan suerte.
Con tantas auditorias no he podido arañar el presupuesto, ni he podido sacar lo que gaste en campaña. De pedir licencia para participar en elecciones, se quedaría mi suplente o el síndico. El gobierno está falto de información. El momento más álgido cuando fue cuando el desalojo del palacio municipal el 12 de julio, a los del MCC les vino a dar aliento Bonifacio Castillo, y apenas y se juntaron 700 gentes; a un año y medio el movimiento se ha desgastado y muchos se han pasado de mi lado.
A la pregunta ¿qué apoyos necesita del gobierno?, manifestó que si lo apoyaran con cobertores como el año pasado lo ayudarían muchísimo, y para acabar con el movimiento con 2 mil despensas mensuales y que le implementen el programa de letrinas, pisos y pie de casas. Cuando se le preguntó cuántos kilómetros de camino había hecho, no supo o no quiso dar la cantidad exacta. Basilio estaba viviendo en ese entonces en unión libre con la profesora Dolores Gutiérrez Saavedra, con quien tiene una hija de 6 años, que lo que se sabe la adora. “Tiene el carácter del padre” dicen sus familiares.
También manifestó (aunque poco habló de eso) que no tenía porque mandar a matar a Maricarmen Jiménez Rosas, como dice su hija Maricarmen Castellanos por medio de una carta al gobernador del Estado, la nieta de don Onésimo con quien lo quisieron casar y la cual dijo “está trastornada de la cabeza”. Reconoce que con la muerte de Manuel en un accidente se creó un vacío de poder, y aunque no quería alabarlo, le merece el finado un reconocimiento por su política de dar alimento y alojamiento a los indígenas.
Manifestó que Carlos Olvera, ex secretario de Manuel, quiso a su muerte ocupar su lugar y es por eso que se lanza a la alcaldía por el PT en el 2000, apoyado por Sergio Rivera Nasser.
Comenta que cuando manifestó que “sólo Dios lo puede quitar”, recibió una regañada de Raúl Ramos Vicarte, manifestándole que “era una pendejada decir que Dios lo podía quitar, porque no reconocía al gobernador ni a los diputados. A ver si te ayuda Dios en la Legislatura”. Basilio reconoce que la regó y aceptó el regaño.
Cuenta que a principios de noviembre de este año (2002) la policía municipal fue agredida por el MCC y ésta realizo disparos al aire, lo que motivó que los siguieran hasta su casa. “Tuve que correr al comandante porque si dispara debe hacerlo efectivo contra alguien, o en su caso mejor que ni hubiera hecho los disparos. A la policía hay veces que creen que haciendo disparos calman a la gente y sólo complican las cosas. El síndico anda coqueteando con el MCC, porque se la está creyendo que puede ocupar mi lugar. A mi me lo niega y me pide que lo ayude con 500 mil pesos para comprarse una camioneta. Hasta el momento se está negando a firmar la cuenta publica”.
Después de esta entrevista, el síndico fue asesinado el 6 de mayo de 2005 por pistoleros del clan Zorrilla, Rómulo, Basilio y los Rodríguez Franco.
