No deja de lamentarse que funcionarios del gobierno de Veracruz, cada vez que hablan revelan secretos de estado, porque actúan al momento, sin un programa y demuestran un total desconocimiento de la entidad. Dice que es veracruzano, pero se duda. El secretario de Seguridad Pública, el General Juan Manuel Orozco, dice que no hay hombres enmascarados armados que asaltan en la sierra de Soteapan, y lo más grave es que llame literalmente “mentirosos” a los indígenas, los mismos que iniciaron en 1906 la revolución contra Porfirio Díaz.
El General Secretario, para aseverar lo anterior, valiente como debe ser, manifestó que con el problema de Tatahuicapan (donde sus habitantes cerraron las llaves de la represa Yuribia), él recorrió la sierra acompañado de 600 policías y nunca vio nada. Pues se le invita a que vaya solo y verá los grupos de encapuchados. En querer negar la realidad de la sierra de Soteapan, confirmó la versión de que en realidad sectores del gobierno estatal, junto con el General Orozco, iban a desalojar a los indígenas de la presa con un costo político de dimensiones incalculables.
El General, en vez de negar a los encapuchados, debe bajar los ojos a Minatitlán. Ahí tiene como Inspector de Policía a Fredy Alonso Escobar Huervo, quien solapa a sus elementos para extorsionar y violar los derechos humanos de los habitantes de la petrolera ciudad, siendo una herencia perniciosa del ex dirigente de la sección 10 de petroleros, Pablo Pavón Vinales.
Fredy solapa a varios de sus elementos, pero en especial a Rafael Huerta Flores, quien acaba de ser acusado por el ciudadano Juan Aguilar Chávez de haberlo detenido sin razón y torturado en la cárcel municipal. La denuncia es la 442/2006 en la Agencia Primera del Ministerio Público en Minatitlán.
Fredy, antes de ser policía, fue el delegado de Tránsito de Minatitlán, violando toda la normatividad en la materia, ya que no podía ser funcionario vial porque su hermano es el dirigente de la Cooperativa de Transporte “Santa Clara”, e inclusive Fredy también es transportista. Bueno, hicieron el negocio sin autoridad.
Saliendo Rolando Smith de la Inspección (por haber manipulado la escena del crimen del compadre de Pavón Vinales, Javier Gómez Gutiérrez, para encubrir a la síndico Isabel Morales Aguirre, prófuga por matar a su esposo) el líder petrolero mandó al delegado de Tránsito a ocupar el cargo de su antiguo guardaespaldas.
Si con Smith estuvo secuestrada la ciudad en materia de seguridad, con Fredy Escobar ya se está a punto de tomar las armas para defenderse de la policía municipal. ¿Por qué? Desde la Inspección de Policía se está amenazando de muerte a los que criticaron a la síndica Isabel Morales Aguirre y a Pablo Pavón, así como a petroleros que festejaron la caída del líder petrolero.
Pablo sabe que en 1983, la ciudadanía se armó para defenderse de los desmanes de la policía que nos mandó el general Arturo Acosta Chaparro, cuando fue director de Seguridad Pública de Veracruz en el gobierno de Agustín Acosta Lagunes. La diferencia ahora es que los verdugos son de Minatitlán.
El ex líder petrolero Pablo Pavón Vinales, a quien se le vio en las calles de Xalapa este miércoles 4 de septiembre, sigue gobernando en Minatitlán. Tiene copada la oficina de Hacienda Estatal donde colocó como jefe a un líder campesino; en la Delegación de Tránsito a un empresario panadero, y en la Inspección de Policía a un transportista. Todos estos rebasaron las expectativas del servicio estatal de carrera gubernamental.
¿Qué poder tiene el ciudadano Pavón Vinales? ¿Hay un poder arriba de las instituciones como el ayuntamiento y el gobernador de Veracruz? ¿Quién será responsable si se cumplen las amenazas en contra de políticos, periodistas y líderes petroleros? El General Orozco, e incluso el gobernador Fidel Herrera, porque no le informan la verdad de lo que pasa en Minatitlán. Los cargos estatales para la gente de Pablo Pavón salieron por orden de alguien.
Para que el General no lo sorprendan y le digan mañana que policías de Minatitlán se enfrentaron a los “mentirosos” indígenas de Soteapan, se le informa que el señor Fredy Escobar Huervo tiene problemas serios con los populucos de Pajapan, por un terreno en San Miguel Temoloapan. La disputa viene desde 1986 y entró en crisis el 8 de marzo del 2004, cuando los indígenas secuestran al entonces Delegado de Tránsito, que en sus horarios de trabajo llevó a unos periodistas al predio. Esos terrenos eran nacionales por haber sido expropiados a la compañía Pearson, dueña de la compañía petrolera “El Águila”, pero fueron escriturados por ganaderos de Minatitlán, Coatzacoalcos y Chinameca. La disputa no ha dejado pocos muertos.
¿Sabrá Fredy Escobar quién es el hombre que torturaron en la cárcel municipal llamado Juan Aguilar Chávez? Es un ingeniero de plataformas petroleras de PEMEX, cuñado de la periodista Evelia Gómez García, hermana del también periodista Miguel Gómez, que trabaja en Xalapa. Aguilar, hombre pacífico, originario de Tampico, Tamaulipas, ligado al grupo del “quinismo”, quienes vuelven al poder de la sección 10 sin la “Quina”. No es hombre violento, ni se mete en política; es hermano del asesino único de José Francisco Ruiz Massieu. Su familia debe estar muy contenta en Tampico.
El secretario de Seguridad Pública no sólo tiene el problema de los encapuchados de Soteapan. ¿Podría, para cumplir con su deber, voltear tantito a Minatitlán? Porque lo siguiente es que los policías municipales están a punto de amotinarse contra su prepotente Inspector, por tanto atropello.
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