El Pacto de Gobernabilidad y Desarrollo fracasó. No bastó la buena voluntad y la experiencia política de su autor, el gobernador Fidel Herrera Beltrán.
A un año y cuatro meses de que fue suscrito, desde sus inicios se empezó a pudrir. Los únicos beneficiados fueron ciertos funcionarios del Gobierno de Veracruz, partidos políticos y diputados locales. A principios del mes de octubre, el ejecutivo estatal ya debe saber que no puede hacer todo y por falta de un verdadero operador político, el Pacto se “impactó”.
Nació el 31 de mayo del 2005. Con el “pacto” se formaron comisiones de todos los partidos, y en busca de acuerdos, el gobernador Fidel Herrera Beltrán (contra todas las reglas del poder) entregó partes estratégicas del gobierno a los partidos de oposición, como el Órgano de Fiscalización y el Instituto Electoral Veracruzano, pero cuando iba a salir el primer resultado del “Pacto”, que era la reforma al Código Electoral Veracruzano, en la legislatura se dio la unión de los diputados del PAN, PRD Y CONVERGENCIA, que le hicieron modificaciones a los acuerdos del “Pacto”, quedando fuera los del PRI.
En la sesión extraordinaria del jueves 28 de septiembre, el tricolor, con todas sus mañas, logró que se hiciera un receso para este domingo 1 de octubre, porque son minoría en votación con 24 votos contra el bloque opositor con 26 votos. El PRI quiso de última hora regresar al “diputado mago” Francisco Herrera Jiménez, quien había solicitado permiso por la presión panista y la opinión pública después de su “magazo” de abril del 2005 (cambiar votos de diputados panistas por tricolores), pero como no estaba en la orden del día, no se aprobó su regreso, y no se pudo quitarle el voto a su suplente la panista María del Carmen Ponto para así empatar la votación 25 y 25 votos y obligar a la oposición a negociar. Entonces, en pocas palabras se volvió a la misma situación del 2005.
Este domingo 1 de octubre de 2006, con la ausencia de la bancada priísta, el Congreso del Estado aprobó el Código Electoral, por lo que se espera que el gobernador haga uso del veto.
Como nos regresamos al pasado, se hacen recuentos del famoso “pacto” y nos damos cuenta que el pueblo de Veracruz no se benefició, sino ciertos sectores de la clase gobernante de todos los partidos con sus colores. Una verdadera carpa de actos de corrupción a espaldas de la población que paga sus impuestos.
Veamos por qué:
1.- Los partidos políticos, todos, nunca presentaron sus cuentas de sus campañas para la elección de gobernador, diputados locales y ayuntamientos, y para eso estuvieron de acuerdo los del PAN y PRI para desaparecer a los consejeros electorales el 28 de diciembre del 2004. ¿Dónde quedaron cientos millones de pesos de los impuestos?
2.- Cuatro veces, la Cámara de Diputados de Veracruz se ha aumentado su presupuesto y ahí están de acuerdo con sus grandes sueldos, viáticos, burocracias, etc. Empezaron con un presupuesto de 170 millones de pesos y a dos años de su gestión, los 50 diputados ya van por los más de 300 millones de pesos.
3.- Con el “Pacto”, ciertos funcionarios del Gobierno de Veracruz consiguieron una aparente impunidad. Rafael Cruz (a) “El Negro Cruz”, quien no sale de la oficina del Gobernador y se desconoce qué cargo tenga, pero se dedica a recomendar a las constructoras. Qué poder tendrá el “Negro Cruz”, que hace poco se vio al secretario de Salud, Jon Rementería, tomándose un café con este “poderoso desconocido”. Ya qué hablar de Román Brito Gómez en la SEDAP, o un Erick Lagos, secretario privado del mandatario y otros. Dicen que están peor que los alemanistas y eso, es decir lo máximo de corrupción que hemos tenido en Veracruz.
Como ya se rompió el “Pacto”, el que decía que el gobernador entendía, Alejandro Vázquez Cuevas, dirigente del PAN, ya amenazó desde Boca del Río que si el gobernador se atreve a vetar “o reventar su Código Electoral”, le van en diciembre a “mayoritear” la cuenta pública del 2005 al Gobierno de Veracruz (que se la pueden reprobar). Se mandan mensajes cifrados llenos de “chantaje”, pero la culpa la tiene el gobernador por no amarrarles las manos a sus colaboradores y andar siempre de viaje, en confiar demasiado. Es más, de su primer círculo del poder sale la información para que la oposición lo ataque ahora.
Es claro; para el PAN el gobernador de Veracruz ya no entiende, mientras no les dé lo que quieren. ¿Qué más les puede dar? Les entregó la mitad del IEV, que organiza las elecciones, pero quieren todo. Les entregó la mitad del ORFIS y van a quererlo todo si el gobernador los sigue dejando. Si esto pasa a dos años del Fidelismo, se ve difícil que Herrera Beltran entregue a un priísta la gubernatura en el 2010. Confía demasiado en su popularidad, pero a nadie en su gabinete ha dejado crecer y en la penitencia llevará la cruz.
4.- Con la inclusión de panistas en la Judicatura del Poder Judicial y el ORFIS, el PRI y el PAN se “compraron” impunidad. Ellos se revisan las cuentas. Ellos se solapan los actos de bandidaje en los ayuntamientos y lo más grave es que hasta la justicia se corrompió más.
No sólo no se ha desaforado al alcalde panista de Las Choapas, Renato Tronco, por ordenar matar a un verdadero panista como Alfredo Pérez, sino que se le regresa el dictamen a la Procuraduría de Justicia y ésta ya no repone la solicitud de desafuero, sino que saca el cuento de un fiscal especial para el caso.
¿Dónde están los alemanistas saqueadores, el ex alcalde priísta de Orizaba, Martín Cabrera Zavaleta; el actual alcalde de Tantoyuca, Joaquín Guzmán Avilés, acusados de desvíos de recursos públicos, así como otros 60 munícipes más? Libres, gozando del dinero mal habido de Veracruz, con sus 4 millones de pobres. Resultados crudos del “Pacto”.
El que anda como “ambulancia” chillando por todo el estado por el maridaje del PAN, PRD y CONVERGENCIA, es el dirigente priísta Ricardo Landa, quien semejado, sin ofender, a un marido corneado que grita a los cuatro vientos y lo dice para que se lo publiquen en los periódicos que la mujer le pasó el carro. El líder del tricolor acusa que no los tomaron en cuenta, acosados, engañados, que preparan una campaña negra contra el gobernador, como si fuera este manco. En el pasado Consejo Político presentó a los diputados locales como los nuevos “niños héroes”, por sacar sus mañas y posponer la asamblea extraordinaria para este domingo 1 de octubre.
Ricardo ya no creció. ¿Cómo se le ocurre poner al gobierno en el poder como “víctima”? Glorifica la debilidad política de su gobernador. La “propaganda negra” la hace el propio PRI.
El fidelismo, a dos años, muestra claros ejemplos de corrupción, su principal debilidad; motivos de “chantajes” panistas y casi han entregado el gobierno a la oposición. Pero en este drama, la corrupción son todos, aunque el que más pierde es el poder ejecutivo.
¿Quién lo hubiera pensado? Lástima de tanto esfuerzo personal de Herrera Beltran. Para la historia.
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