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JUBILACIONES EN EL PRI



César Augusto Vázquez Chagoya
20 de julio de 2006



Las pasadas elecciones federales en Veracruz al PRI le dejaron muchas enseñanzas. Con un gobernador que nunca ha perdido una elección constitucional, los candidatos a las diputaciones federales echaron su resto histórico, sus viejas prácticas para convencer, desmoronando lo que les quedaba del voto corporativo, volvió aparecer el disimulo, pero nunca se renovó con nuevas técnicas para atraer al electorado.

Lejos quedaron los números “mágicos” de aquellos líderes que para obtener candidaturas ofrecían miles de votos para el tricolor; pero la única verdad es que se quedaron en las mentiras, y el día de las derrotas se esfumaron como las “muñecas feas” (escondidas en el rincón donde nadie las viera). ¿Cómo renovarse si desde hace 40 años son los mismos que asisten a los consejos estatales para elegir candidatos? Déjese que estuvieran 40 años, pero en ninguna ocasión aportaron nuevas ideas. De plano el PRI no se renovó ni en cuadros ni en ideas.

Acabaron con las escuelas de cuadros para formar jóvenes y estos se burocratizaron, cobrando sus quincenas tapando la oportunidad a los nuevos jóvenes, que ahora militan en la oposición, también perdidos en este sistema político, hecho en los últimos años para hacer campañas y no educar a los jóvenes en las futuras tareas de los partidos en busca de los líderes naturales.

Pregunte cuántas escuelas para jóvenes hay en el estado y verá la pobreza en lo que se desenvuelven los partidos. No forman las escuelas, porque los jóvenes que asisten a ellas reclaman y cuestionan a los líderes en qué se gastan las prerrogativas que reciben del gobierno. Los líderes estatales se irritan a la minina insinuación de malos manejos y terminan corriéndolos para que todo siga igual. Ahí están como muestra las camarillas que no salen de los partidos, porque ya es una forma de vivir dentro del presupuesto.

Con las iniciativas de que los alcaldes y los diputados sean reelectos, es un paso firme a la democracia. Ahora los partidos deberán ser integrados por militantes que paguen cuotas. Como estamos ahora, casi todo sale de las prerrogativas electorales que paga el pueblo y los partidos se han convertido en una cueva de vividores del presupuesto que le asignan los organismos electorales; qué dichosos serán los ojos cuando el militante que pague cuota exija sus derechos a votar y ser votado.

Cada partido tiene sus valores, pero se notan más los errores en el PRI, porque no se han dado cuenta de que sus líderes viven del cuento. Ganar 6 distritos federales en Veracruz, no es de burla, pero demuestra que los que ganaron traen atrás una vida de entrega permanente a su partido o por lo menos aprovecharon la oportunidad de trabajar y ganar el en cargo. De 21, sólo 6 estaban realmente preparados para competir: Maria del Carmen Pinete Vargas, por Tantoyuca, quien se reivindicó con su partido después que ella fuera la principal causa de que el PAN creciera en esa región, pero no se echó apara atrás y trabajó mucho y ahí la tienen con su solitario triunfo del tricolor en el norte del estado.

Pinete Vargas le ganó a un partido regional azul disfrazado de demócratas y saqueadores de los dineros de los indígenas. El verdadero poder en esa región se llama Joaquín Guzmán Avilés, acusado en su primer periodo como alcalde de Tantoyuca de peculado al erario publico, y nunca se le castigó porque se hizo diputado local y ahora volvió a la presidencia municipal haciendo campaña con un televisor por miedo que lo agarrara la policía por su primer saqueo, y ahora sigue por el mismo camino y nadie le hará nada con los dichosos arreglos entre partidos de cambio de fichas: “Tu perdonas a un ratero y yo a uno de los míos”. Así es la moral.

Otra mujer que ganó por más de 60 mil votos la diputación federal, fue Elizabeth Morales García. Diez años dedicada en ayudar a los más necesitados, sorprendió con una campaña novedosa y agresiva llena de propuestas, y se llevó por más de 20 mil votos a la favorita de la contienda, la convergente Cinthya Lobato Calderón; pero esos más de 40 mil votos, a la convergente la ponen en primerísimo lugar en el arranque para la alcaldía de Xalapa, así que si el tricolor piensa mandar al secretario de Gobierno, Reynaldo Escobar Pérez, a “repetir” a ritmo “taibolero”, parece que le van a dar una verdadera “tunda” en las urnas.

Adolfo Mota, desde antes que fuera presidente del PRI estatal, quería ser diputado federal, pero no se quedó mirando las estrellas, ni se cobijó en la amistad que le profesa el gobernador a Don José Iturriaga, y se puso a hacer campaña de casa en casa, haciendo compromisos por medio de notario público. A Mota Hernández, a quien le auguraban una derrota segura, remontó marcador y ganó ampliamente.

Similar caso pasó con el ganador del distrito de Zongolica, ex presidente municipal de Tezonapa, Pedro Montalvo, quien se hizo cargo de los sistemas de agua potable de la región. Le metió ganas, atendió y amplio los sistemas hasta donde se pudiera. Los fines de semana se la pasaba en la sierra, ahí con los indígenas y su fruto a su esfuerzo lo supo el pasado 2 de julio.

Nemesio Domínguez, el candidato del tricolor por los Tuxtlas, ya fue Diputado Federal en el 2000. Fue de los legisladores que regresó y siguió ayudando como si anduviera en campaña y aun así ganó por poco margen ante la candidata del PRD Jazmín Copete Zapot.

Como se puede apreciar, de los candidatos que ganaron por el PRI ninguno salió de la improvisación. Tenían un gran trabajo en sus distritos.

Qué decir de los candidatos del PAN, quienes ganaron con técnicas más avanzadas, con el objeto de que la publicidad masiva y de mano en mano fuera más efectiva y mire que se les vio poco, pero tenían un gran respaldo de su estructura electoral y ganan 11 distritos. Al PAN hay que reconocerle que tienen sus escuelas de cuadros. Los distritos los tienen bien estudiados casa por casa y cada día avanzan más en las preferencias electorales. En estos triunfos sólo la mancha es la de Acayucan, que manejó Cirilo Vázquez Lagunes, quien como ya se sabe, todo lo resuelve a sombrerazos.

El PRD gana por el impulso de la candidatura de Dante Delgado en Papantla. Los distritos de Coatzacoalcos, Minatitlán y Cosoleacaque, a los candidatos del sol azteca ni les costó ni un quinto, ya que fueron beneficiados por “la oleada” del voto a favor de López Obrador desde Tabasco y el gran apoyo del Diario del Istmo a ese partido.

El próximo año donde se eligen diputados locales y presidentes municipales, el PRI tendrá que “jubilar” a varios de sus miembros que no representan nada electoralmente y a pesar de perder y echarle la culpa a otros, siguen formados en la fila de los posibles candidatos. ¡Qué cara!

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TERROR POLICIACO ¿Y GIBB?



César Augusto Vázquez Chagoya
13 de julio 2006



No es fácil combatir al crimen organizado: sus elementos están mejor entrenados, tienen superioridad en armas, la enorme corrupción para comprar a todas las policías y sobretodo el factor sorpresa para poder actuar en pasar drogas y ejecutar a sus enemigos portando todos los uniformes de cualquier policía o miembros del Ejército. En la región de Poza Rica en el mes de mayo, se ejecutaron a varias personas, y si bien es cierto no han quedado impunes, también han sido mandados mensajes serios a los más altos mandos del Gobierno del Estado para que dejen en paz a los narcotraficantes.

El 6 de mayo, es levantado por un comando armado el empresario gasolinero Daniel Zárate Rodríguez en Poza Rica, quien había sido inmiscuido en el asesinato del cardenal Juan Jesús Posadas Ocampo, el 24 de mayo de 1993, en el aeropuerto de Gualadajara, siendo escolta de Joaquín Guzmán Loera (a) “El Chapo”. Fue detenido y exonerado y después se le ligó como guardaespaldas del “Señor de los Cielos” Amado Carrillo Fuentes, y al parecer en el secuestro del empresario de Poza Rica Carlos Salomón Taboada. Zárate fue encontrado junto con un ayudante, torturados y con un ancla en el ano, después que el mar los regresó a tierra allá por Tamiahua.

El 16 de mayo, es asesinado de un tiro por la espalda en el estacionamiento de tienda SAM´S, Maximiliano Gaona Castelán, quien iba acompañado de su pareja en ese momento Suemy Rafaela Alamilla Olguín, quien fue auxiliada por su hermana Ruth de los mismos apellidos, doctora de profesión, momentos después del crimen. Gaona Castelán se había vuelto rico de la noche a la mañana. Antes andaba metido en delitos de amenazas y fraudes cibernéticos y en ese momento tenía un negocio de compra y venta de inmuebles.

El 19 de mayo, en la Congregación de El Chote, municipio de Papantla, es detenido en su negocio por supuestos agentes de la Agencia Federal de Investigaciones (perteneciente a la PGR) el comerciante Tomás Hernández Palacios (a) “El Fantomas”, dedicado al transporte del combustible y encontrado días después cerca de la planta nucleoeléctrica “Laguna Verde”, torturado y también con un ancla en el ano.

En este crimen hay un nuevo elemento, y es que los familiares lo primero que hicieron después de la desaparición del Fantomas, fue ir a ver al diputado federal Rómulo Isael Salazar Macias (metido en varios hechos sangrientos en el Totonacapan, entre ellos en el homicidio del síndico de Coyutla Miguel Alfonso Vázquez, cometido el 6 de mayo del 2005) y fue él quien denunció la desaparición de Tomas Hernández Palacios ante el Ministerio Público.

También en estas ejecuciones del “ancla”, eran efectuadas a personas ligadas a Martín Rojas López, el “zar de las gasolinas”, preso en el penal de Tuxpan, acusado por evasión fiscal y según la Procuraduría General de la República, principal sospechoso del homicidio del periodista Raúl Gibb Guerrero.

Ante estas ejecuciones que tuvieron amplia difusión y las voces de alarma de legisladores, sociedad y empresarios, vino una luz y el 19 de junio en el estacionamiento del centro comercial Soriana de Poza Rica, agentes de la Policía Ministerial del Estado detuvieron después de una balacera a Miguel Arroyo Ríos o Pedro Rivera Avendaño (a) “El Chiapaneco”, a quienes los familiares de Tomas Hernández Palacios lo reconocieron como uno de los que se llevaron secuestrado al transportista.

Al “Chiapaneco” le fue encontrado un arsenal y fue determinado su domicilio en Coatzintla, es decir: operaba desde Costa Esmeralda hasta Pánuco. Es miembro de los Zetas. Las autoridades estatales cruzaron información con la Procuraduría General de la República y la Subsecretaria en contra de la Delincuencia Organizada (SIEDO) lo reclamó y se lo llevaron a México vía aérea.

Ese mismo día, el jefe del grupo que atrapó a “El Chiapaneco”, Luis Miguel Herrera García, entre Gutiérrez Zamora y Papantla, fue emboscado desde 5 vehículos logrando sólo herirlo y su acompañante resultó ileso. Pidiendo auxilio por radio, la Policía Federal Preventiva logra localizar un vehículo de los sicarios cerca de la comunidad de Los Pablos, municipio de Papantla, donde se encontraron armas, entre ellas un rifle R-15 propiedad del Ejército Mexicano y una chaqueta con el escudo de la Policía Federal Preventiva.

El hecho de entregar a Miguel Arroyo (a) “El Chiapaneco” a la SIEDO, causó una molestia en el crimen organizado veracruzano. El mensaje es claro: debían haberlo consignado por el homicidio de Tomás Hernández Palacios y no entregarlo a las autoridades federales, porque es persona clave en otros homicidios en varias partes del país. Las repercusiones fueron inmediatas: el atentado a Luis Miguel Herrera; a un grupo de la Policía Ministerial con base en Naranjos que viajaban a Ozuluama un comando los paró en la carretera, los encañonaron, los “acalambraron” y los dejaron ir; en una gasolinera de Tampico Alto, el delegado de Seguridad Pública en Pánuco Gaspar Landa, fue rodeado de un comando y lo cachetearon. Empezó el terror policíaco.

En vista de los acontecimientos, el 22 de junio el gobernador Fidel Herrera Beltrán, realizó exactamente una gira en donde se dan los ataques del crimen organizado, con la finalidad de tranquilizar a los empresarios y respaldar a sus policías. En esa ocasión, yendo al lugar donde se efectuaría la reunión con los empresarios de Poza Rica, alguien se percató de que una patrulla de Seguridad Pública seguía el convoy del mandatario y por radio se pedía su identificación y resultó que no pertenecía a ningún grupo, delegación o región.

Se buscó por todo Poza Rica la patrulla “fantasma” y nadie dio con ella. Mientras, el 23 de junio, aparecía en el ejido Las Flores un ejecutado completamente quemado, cerca del lugar donde llegaría el gobernador en gira de trabajo. Ante la intimidación, vino otro golpe espectacular de la Policía Ministerial, al detener a los presuntos asesinos de Maximiliano Gaona, resultando como autor material Cristóbal Salomón del Ojo, quien fue contratado para cometer el crimen por 100 mil pesos por el chofer de Maximiliano, Lorenzo Abelardo Olguín Barrón, primo de la amasia del asesinado Suemy Alamilla Olguín.

Lo interesante de este crimen es que las autoras intelectuales Suemy y su hermana Ruth, se llevaron un maletín del finado donde se asegura que había tres millones de pesos. El crimen fue planeado con anticipación, porque Maximiliano había puesto varias propiedades a nombre de Abelardo y de Suemy, suponiéndose que estas pertenecían al “Zar de las gasolinas” Martín Rojas López. Tanto Suemy, como su hermana Ruth, están prófugas.

Lo importante de todo esto (aparte del enojo de los narcotraficantes que ya no respetan nada), hay datos curiosos y volvemos a ver a los mismos personajes inmiscuidos en los últimos crímenes en el Totonacapan: el diputado federal Rómulo Isael Salazar Mejia, en el asunto de Tomas Hernández Palacios; y Martín Rojas López, ligado a Zárate, Tomás y a Maximiliano.

Ruth Alamilla Olguín aparece en la averiguación previa de la Procuraduría General de la República sobre el asesinato de Raúl Gibb Guerrero en el 2005, como jefa de “El cacarizo”, hijo de la comandante de la Policía Auxiliar, Magdalena Huesca. “El Cacarizo” juntos con otros, fueron contratados por primera vez para matar al editor de “La Opinión de Poza Rica” en el 2001, mientras corría en el campo de la escuela primaria Maria Enriqueta Camarillo.

Según datos recabados en el andar de “El Chiapaneco”, se logró saber que la mayoría de los 7 ejecutados en el Nuevo Paraje en Amatlán, cerca de Córdoba, son de una comunidad llamada Arroyuelos, cercano a Costa Esmeralda. Ningún familiar fue a identificar a sus muertos por miedo al narcotráfico, ya que no querían que se supiera de dónde eran y no mancharan de publicidad la región. Mientras, Seguridad Pública Estatal reforzó con armamento y chalecos antibalas la región de Poza Rica ¿Dónde están la PGR y el Ejército Mexicano, que de plano ya levantaron sus retenes en esa región?


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