Nadie se niega a que se obligue a los automovilistas a realizar su verificación vehicular y el que no lo haga se le multe, pero en este país regido por una constitución que dice que todos los mexicanos somos iguales, por lo que no cabe que la autoridad no obligue ni multe al transporte público a realizar su verificación. Estos veracruzanos, son mexicanos de primera y los demás somos de segunda.
El de la idea es el coordinador del Medio Ambiente, Alonso Domínguez Ferráez, quien tiene años en el cargo y ahora que termina el sexenio se acuerda de la verificación, que no es por especular, pero pareciera que está recibiendo dádivas de los verificadores y le está dando a ganar a los súper conocidos extorsionadores agentes de Tránsito.
Si Domínguez Ferráez, desde que asumió el cargo, se hubiera preocupado a que todos pasaran a revisar sus vehículos y en especial a los transportistas, nadie dijera nada, pero este atropello va en contra de los que no pueden unirse y bloquear avenidas; de los que no tienen el poder de suspender el servicio público a la ciudadanía y no tener derecho de picaporte con el secretario de Gobierno como los transportistas.
Los cientos de miles de particulares son el objetivo de Ferráez Domínguez, que son los más débiles ante la prepotencia, impunidad y corrupción en la Coordinación del Medio Ambiente y Tránsito del Estado.
Las mentadas no la va a recibir Ferráez Domínguez, quien pertenece al Partido Verde Ecologista, sino el que manda en Veracruz y todo lo que ello implique en el proceso electoral. Los de los coches es la clase media baja y alta, que tiene un vehículo porque es una necesidad, además es la ciudadanía que mas crea opinión pública.
El mismo gobernador Fidel Herrera Beltrán da pie a la inconformidad en contra de las "verificaciones a vapor" de Ferráez, cuando este lunes 1 de marzo, anuncia una consulta popular para ver si los habitantes de la zona conurbada Veracruz- Boca del Río aprueban la "requisa del transporte público" por las constantes muertes por atropellamiento en esa región y los últimos fueron dos compañeros voceadores del "Diario NOTIVER" del puerto de Veracruz.
El gobierno del estado, amenaza y amenaza a los transportistas, pero hacen lo que quieren. Son dueños de nuestras calles, avenidas, caminos rurales y hasta de carreteras, pero ahora también de nuestras vidas.
No pasan a verificación, no pagan impuestos, apapachados, pues, por la autoridad llame como se llame.
Nadie quiere brincarse la ley, pero que esta se aplique pareja, todo el tiempo, sin excepciones, no al capricho de un político metido a ecologista que busca el poder público.
Pobre de la ecología en Veracruz en los años en que está Domínguez Ferráez en el medio ambiente. Parece que la corrupción no tiene medida.
Lo de la requisa ojalá no sea una llamarada de petate medio quemado.
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